Yo voto por...
Faltando tan sólo horas para dar comienzo a la elección, llegó la hora de transparentar mi sufragio.
Yo voto por...
...que el domingo pase luego y se acabe todo esto de una buena vez.
Creo que represento el sentir de todos (o al menos de una gran mayoría) sobre el agotamiento que existe con el tema electoral. Independiente de la alternativa a elegir e incluso de si vota o no, quedamos sumergidos en un enfrentamiento electoral desde las elecciones municipales hasta la segunda vuelta presidencial. Son ¡16 meses! en los que tenemos que escuchar promesas por montón y ver cómo surgen unos candidatos y otros se despiden para seguir participando en una próxima ocasión. Son 16 meses en los que cada abrazo, beso, baile, risa, compromiso o visita puede ser la diferencia entre ganar la elección o quedarte con las manos vacías. Son 16 meses de ver la propaganda en muros, postes y calles, incluso como parte del paisaje cuando nadie se acuerda de retirarla. Y todo eso se resume en un día de esperar resultados, anular/dejar blanco/marcar la preferencia (los que votamos), celebraciones, lamentos y, por sobre todo, explicaciones. Porque quien haya dicho que las elecciones no se ganan ni se pierden, sino que se explican, vaya si tenía razón.
Lamentablemente, todavía la llamada fiesta de la democracia sigue abriendo las heridas de un pasado que parece condenado a seguir siendo caldo de cultivo de lo peor de lo nuestro. Aparecen las odiosidades de siempre y parece que eres el peor bastardo que esta tierra pudo haber arrojado de sus entrañas si votas distinto de lo que es lo correcto (para algunos). ¿Hasta cuándo votar distinto será visto de esa manera? De seguro me dirán "cuando la derecha haga así" o "cuando la concertación sea asá"... Claramente hay mucho camino que recorrer para que las cosas cambien y está en nosotros que así sea. Porque nuestra clase política sigue usando mucho el "no vote por él" y muy poco el "vote por mí".
Si usted tiene que cumplir con su deber cívico, no piense en el mal menor o en que no salga el otro. Piense en que hoy elige al presidente de TODOS los chilenos, independiente del color político, de la clase social, de lo que hizo o no hizo antes. Ambos tienen sus pro y sus contras. Pero independiente de quien gane, el sol seguirá saliendo, la vida continúa y el mundo no se va a acabar, por mucho que algunos quieran escribir la historia antes de que suceda. Así que vote por el que tiene su preferencia y que sea lo que Dios/Ala/Monstruo de Pasta/Ente Superior quiera.
PD: Por cierto, yo voy a votar por Piñera porque quiero alternancia en el poder y Frei no es mi opción. Si después de todo lo que dije quiere seguir razonando con un pensamiento taaaaaan del pasado, allá usted.
Yo voto por...
...que el domingo pase luego y se acabe todo esto de una buena vez.
Creo que represento el sentir de todos (o al menos de una gran mayoría) sobre el agotamiento que existe con el tema electoral. Independiente de la alternativa a elegir e incluso de si vota o no, quedamos sumergidos en un enfrentamiento electoral desde las elecciones municipales hasta la segunda vuelta presidencial. Son ¡16 meses! en los que tenemos que escuchar promesas por montón y ver cómo surgen unos candidatos y otros se despiden para seguir participando en una próxima ocasión. Son 16 meses en los que cada abrazo, beso, baile, risa, compromiso o visita puede ser la diferencia entre ganar la elección o quedarte con las manos vacías. Son 16 meses de ver la propaganda en muros, postes y calles, incluso como parte del paisaje cuando nadie se acuerda de retirarla. Y todo eso se resume en un día de esperar resultados, anular/dejar blanco/marcar la preferencia (los que votamos), celebraciones, lamentos y, por sobre todo, explicaciones. Porque quien haya dicho que las elecciones no se ganan ni se pierden, sino que se explican, vaya si tenía razón.
Lamentablemente, todavía la llamada fiesta de la democracia sigue abriendo las heridas de un pasado que parece condenado a seguir siendo caldo de cultivo de lo peor de lo nuestro. Aparecen las odiosidades de siempre y parece que eres el peor bastardo que esta tierra pudo haber arrojado de sus entrañas si votas distinto de lo que es lo correcto (para algunos). ¿Hasta cuándo votar distinto será visto de esa manera? De seguro me dirán "cuando la derecha haga así" o "cuando la concertación sea asá"... Claramente hay mucho camino que recorrer para que las cosas cambien y está en nosotros que así sea. Porque nuestra clase política sigue usando mucho el "no vote por él" y muy poco el "vote por mí".
Si usted tiene que cumplir con su deber cívico, no piense en el mal menor o en que no salga el otro. Piense en que hoy elige al presidente de TODOS los chilenos, independiente del color político, de la clase social, de lo que hizo o no hizo antes. Ambos tienen sus pro y sus contras. Pero independiente de quien gane, el sol seguirá saliendo, la vida continúa y el mundo no se va a acabar, por mucho que algunos quieran escribir la historia antes de que suceda. Así que vote por el que tiene su preferencia y que sea lo que Dios/Ala/Monstruo de Pasta/Ente Superior quiera.
PD: Por cierto, yo voy a votar por Piñera porque quiero alternancia en el poder y Frei no es mi opción. Si después de todo lo que dije quiere seguir razonando con un pensamiento taaaaaan del pasado, allá usted.
